Covid-19: Exijamos la Responsabilidad Penal y Civil de los Gobernantes
Parte 1: Covid-19 y el Gobierno de China
El mundo, como lo conocemos hoy, se enfrenta a una situación que unos meses atrás pudiera parecer sólo ficción, y el sistema está fallando.
Tenemos gobiernos, presuntamente democráticos, en los que hemos confiado para prevenir estas situaciones y, sin embargo, es evidente que no han hecho sus tareas. ¿Necesitamos gobiernos para que nos dejen desprotegidos?
¿Debemos quedarnos impasibles y simplemente suponer que no pasará de nuevo?
¿Acaso todos los ciudadanos, de todos los países, debemos tomar medidas para asegurar que los gobernantes no nos vuelvan a fallar?
¿Quiénes son responsables de tantas muertes que se podrían haber evitado y de los daños económicos que afectan a todos los ciudadanos?
Evidentemente, no todo es culpa del Gobierno Español, y también debemos reconocerlo.
En este momento lo más importante es, sin duda, salir de la pandemia, fortalecernos, pero no podemos dejar caer en el olvido todas las responsabilidades, y dirimirlas requerirá tiempo. Hay que empezar cuanto antes y evitar daños futuros, porque situaciones similares pueden estar más cerca de lo que pensamos y quizás, si no actuamos de inmediato, no habrá tiempo para recuperarse y poner remedios.
En este artículo, dividido en 4 partes, estudiamos los diferentes niveles de responsabilidad que han fallado en la cadena de prevención y actuación de esta pandemia, y que posiblemente son aplicables a otras situaciones de catástrofes similares. Frente a ellas, los gobernantes tienen la obligación de protegernos, y por tanto responsabilidad penal y civil de lo ocurrido, o si es el caso, la responsabilidad de reclamar dichas responsabilidades a los causantes, aún cuando sean terceros países.
A grandes rasgos, los hechos se remontan inicialmente a principios de diciembre de 2019 en Wuhan, aunque el Gobierno Chino no lo reportó hasta enero de 2020. Sin embargo, esa es la versión oficial. Al parecer médicos de la región ya habían alertado con anterioridad, y no solo fueron ignorados, sino criminalizados. Es más, varios científicos venían advirtiendo desde hace tiempo que, sin lugar a dudas, algo así ocurriría.
Y en este punto ya tenemos claramente definido el primer nivel de responsabilidad: El Gobierno Chino ha evitado que el resto del mundo pudiera ser alertado con mayor anticipación, y por tanto es responsable directo de haber permitido el tránsito de viajeros al resto del mundo y el consecuente contagio de la pandemia. Para que no haya lugar a dudas: En todo momento nos estamos refiriendo al Gobierno, no a los ciudadanos de China, a los que en ningún momento se trata de culpar.
Tenemos gobiernos, presuntamente democráticos, en los que hemos confiado para prevenir estas situaciones y, sin embargo, es evidente que no han hecho sus tareas. ¿Necesitamos gobiernos para que nos dejen desprotegidos?
¿Debemos quedarnos impasibles y simplemente suponer que no pasará de nuevo?
¿Acaso todos los ciudadanos, de todos los países, debemos tomar medidas para asegurar que los gobernantes no nos vuelvan a fallar?
¿Quiénes son responsables de tantas muertes que se podrían haber evitado y de los daños económicos que afectan a todos los ciudadanos?
Evidentemente, no todo es culpa del Gobierno Español, y también debemos reconocerlo.
En este momento lo más importante es, sin duda, salir de la pandemia, fortalecernos, pero no podemos dejar caer en el olvido todas las responsabilidades, y dirimirlas requerirá tiempo. Hay que empezar cuanto antes y evitar daños futuros, porque situaciones similares pueden estar más cerca de lo que pensamos y quizás, si no actuamos de inmediato, no habrá tiempo para recuperarse y poner remedios.
niveles de responsabilidad que han fallado
En este artículo, dividido en 4 partes, estudiamos los diferentes niveles de responsabilidad que han fallado en la cadena de prevención y actuación de esta pandemia, y que posiblemente son aplicables a otras situaciones de catástrofes similares. Frente a ellas, los gobernantes tienen la obligación de protegernos, y por tanto responsabilidad penal y civil de lo ocurrido, o si es el caso, la responsabilidad de reclamar dichas responsabilidades a los causantes, aún cuando sean terceros países.
A grandes rasgos, los hechos se remontan inicialmente a principios de diciembre de 2019 en Wuhan, aunque el Gobierno Chino no lo reportó hasta enero de 2020. Sin embargo, esa es la versión oficial. Al parecer médicos de la región ya habían alertado con anterioridad, y no solo fueron ignorados, sino criminalizados. Es más, varios científicos venían advirtiendo desde hace tiempo que, sin lugar a dudas, algo así ocurriría.
Y en este punto ya tenemos claramente definido el primer nivel de responsabilidad: El Gobierno Chino ha evitado que el resto del mundo pudiera ser alertado con mayor anticipación, y por tanto es responsable directo de haber permitido el tránsito de viajeros al resto del mundo y el consecuente contagio de la pandemia. Para que no haya lugar a dudas: En todo momento nos estamos refiriendo al Gobierno, no a los ciudadanos de China, a los que en ningún momento se trata de culpar.
Sin querer pensar en “teorías conspirativas”, ¿Cómo es posible que, estando Shanghái y Beijing a tan sólo 629 y 1.052 Kilómetros, respectivamente, de Wuhan, la propagación del Covid-19, a lugares distantes muchos más miles de kilómetros (Milán, Madrid, Londres, Nueva York, etc.), haya sido cientos de veces mayor y más rápida? ¿Tiene algún sentido que haya más población moviéndose entre Wuhan y terceros países, y por tanto propagando a ellos el Covid-19, que a las ciudades más importantes de China? ¿O es que se confirma, de nuevo, que el gobierno de China oculta datos de infección, según ellos prácticamente inexistente en sus grandes ciudades?
Seguramente es una combinación de todo ello, pero es curioso observar el bajo impacto de la pandemia en la economía China, mientras el mercado de valores del resto del mundo se desploma.
¿Podemos depender de la fabricación de todo tipo de productos, y especialmente aquellos que son esenciales, en crisis sanitarias y similares, de un país con un gobierno opaco con la información que es crítica para el resto del mundo, e incluso que quizás nos esta mintiendo? ¿No será más económico, fabricar nosotros mismos y no depender más de China?
Todos aplaudimos a China por lo bien que lo ha hecho su Gobierno. Pero… ¿estamos en lo cierto con esa masiva felicitación, o es un síntoma de cómo hemos sido "masivamente" engañados?
Sin duda tendremos que esperar a que se formule la correspondiente demanda ante la Corte Internacional de Justicia (Tribunal Penal Internacional). ¡Pero debe ser formulada! y ello es responsabilidad de los Gobiernos de los países afectados. Tenemos derecho a confirmar si realmente hay algún atisbo de conspiración, o negligencia por parte del Gobierno Chino y casualidades que han hecho que se propague con mayor virulencia fuera de sus fronteras.
Seguramente es una combinación de todo ello, pero es curioso observar el bajo impacto de la pandemia en la economía China, mientras el mercado de valores del resto del mundo se desploma.
¿Podemos depender de la fabricación …?
¿Podemos depender de la fabricación de todo tipo de productos, y especialmente aquellos que son esenciales, en crisis sanitarias y similares, de un país con un gobierno opaco con la información que es crítica para el resto del mundo, e incluso que quizás nos esta mintiendo? ¿No será más económico, fabricar nosotros mismos y no depender más de China?
Todos aplaudimos a China por lo bien que lo ha hecho su Gobierno. Pero… ¿estamos en lo cierto con esa masiva felicitación, o es un síntoma de cómo hemos sido "masivamente" engañados?
demanda ante la Corte Internacional de Justicia
Sin duda tendremos que esperar a que se formule la correspondiente demanda ante la Corte Internacional de Justicia (Tribunal Penal Internacional). ¡Pero debe ser formulada! y ello es responsabilidad de los Gobiernos de los países afectados. Tenemos derecho a confirmar si realmente hay algún atisbo de conspiración, o negligencia por parte del Gobierno Chino y casualidades que han hecho que se propague con mayor virulencia fuera de sus fronteras.